Crecimiento y competitividad


Discurso de D. José Luis Escrivá, Gobernador del Banco de España, en la Conferencia Bancaria Internacional de Santander, Madrid, 30 de octubre de 2024.

Las opiniones expresadas en este discurso son las del orador y no las del BIS.

Discurso del banco central | 04 de noviembre de 2024

Por: José Luis Escrivá

Texto completo en formato PDF (11kb) | 4 páginas

En primer lugar, quisiera expresar mi más sentido pésame a las personas afectadas por los temporales en Valencia, y en especial a las familias que han sufrido pérdidas. También quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que trabajan en el campo, a los bomberos, a la policía y a todos aquellos que están haciendo todo lo posible para intentar ayudar a paliar esta tragedia. Christine Lagarde me pidió que transmitiera sus condolencias y su solidaridad, y me dijo que el BCE tiene la bandera española a media asta delante del edificio principal del BCE.

Quiero agradecer a Ana Botín y al equipo del Banco Santander su invitación a esta Conferencia Internacional. Es un placer estar hoy aquí con ustedes.

Permítanme comenzar formulando una pregunta: ¿por qué el crecimiento y la productividad a largo plazo son de particular importancia para un banco central? Y, entonces, ¿por qué tiene sentido que me dirija a ustedes hoy para tratar este tema? La razón es principalmente doble:

  • En primer lugar, porque en la implementación de la política monetaria es necesario evaluar la posición cíclica de la economía, y esto requiere estimar la brecha entre el crecimiento real y el crecimiento tendencial. Además, para determinar la orientación deseable de la política monetaria, ha resultado importante tener en cuenta el tipo de interés natural, un determinante clave del cual es el crecimiento y la productividad a largo plazo.
  • En segundo lugar, en el caso específico de la unión monetaria europea, la debilidad secular del crecimiento y de la productividad, como la actual, podría complicar la conducción de la política monetaria en el futuro. Este entorno de bajo crecimiento tensiona la política fiscal, obstaculiza la cohesión social y dificulta el avance hacia la convergencia real y hacia todos aquellos elementos que son cruciales para el buen funcionamiento de la unión monetaria.

¿Cómo podemos aumentar el crecimiento a largo plazo?

  • En esta presentación me gustaría destacar lo que podemos hacer para mejorar el potencial de crecimiento, más que a nivel europeo, sino especialmente a nivel nacional.
  • Desde hace unos meses venimos debatiendo los informes Letta y Draghi y las posibles medidas que se podrían adoptar a escala europea. Se trata de soluciones que, sin duda, son deseables y que es necesario promover, pero algunas de ellas requerirán tiempo y un difícil consenso político antes de poder implementarse de forma efectiva.
  • En mi opinión, los Estados miembros individuales tienen un margen significativo para promover al mismo tiempo el crecimiento potencial y contribuir a este objetivo global.

En otras palabras, reconocer la importancia de las medidas a escala europea no debería en ningún caso inhibir la ambición de las políticas nacionales.

Factores impulsores del crecimiento económico

  • Para abordar este tema, permítanme volver a lo básico. Veamos los tres factores de la función de producción: capital humano, capital físico y tecnológico, y eficiencia productiva en la combinación de estos factores.
  • Quiero destacar las importantes diferencias en los factores clave que afectan al crecimiento a largo plazo entre los socios europeos. Esto podría ser útil para identificar a los que tienen mejores resultados y que podrían convertirse en valiosos estudios de caso para los países que se quedan atrás.
  • Permítanme ilustrar las diferencias entre países en estos insumos cruciales, empezando por el capital humano.

La importancia del capital humano

  • Al analizar las diferencias en el insumo laboral, no sólo tenemos en cuenta el número de personas o las horas trabajadas, sino también los aspectos relacionados con el capital humano, es decir, las inversiones en educación, formación en el trabajo y aprendizaje sobre el sistema económico. Estas inversiones mejoran directamente el conocimiento y la productividad de los individuos, y también pueden mejorar la eficiencia de los demás a través de interacciones productivas.
  • Desde una perspectiva empresarial, las investigaciones muestran que la productividad de las empresas está estrechamente relacionada con el nivel educativo de su personal. En concreto, las empresas situadas en la «frontera» de productividad tienen una mayor proporción de trabajadores altamente cualificados que las empresas situadas en la mediana de la distribución de la productividad. Es interesante señalar que, si bien las empresas situadas en la frontera de la productividad difieren sistemáticamente en el uso de competencias generales (medidas en función del nivel educativo), difieren aún más en el uso de competencias específicas, como la gestión, la comunicación y las TIC. De hecho, las competencias en TIC son especialmente valiosas en la actual transformación tecnológica. Sin embargo, existen diferencias significativas en la forma en que los sistemas de educación superior europeos atraen a los estudiantes hacia estas nuevas competencias.

Diferencias en la proporción de estudiantes de educación superior en campos STEM

  • Para ilustrar este punto, observemos las diferencias sustanciales que se muestran en la Figura 1 en cuanto a la proporción de estudiantes de educación superior en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esta diferencia es particularmente preocupante porque refleja una disparidad en el flujo de jóvenes que se inscriben en el sistema educativo, no solo en el número de estudiantes.

La importancia del capital físico y tecnológico

  • La mejora del capital humano beneficia al crecimiento no sólo directamente, al aumentar la productividad, e indirectamente, a través de interacciones, sino también a través de su complementariedad con el capital. Existe una gran cantidad de literatura que documenta la complementariedad entre el capital humano y las nuevas tecnologías («cambio técnico con sesgo hacia las habilidades»), lo que sugiere que aumentar el capital humano podría tener un impacto positivo en el cambio técnico. En concreto, existe una clara relación entre el capital humano y la difusión de la tecnología (por ejemplo, la adopción de tecnologías de la información y las comunicaciones).

Diferencias en el uso de la IA

  • Centrándonos en el aspecto del capital físico, observamos grandes diferencias en la adopción de nuevas tecnologías en Europa.
  • Ilustro este punto con un gráfico que muestra el porcentaje de empresas que utilizan tecnologías de inteligencia artificial. Otras métricas pueden ser incluso más llamativas, como la adopción de servicios de computación en la nube. 

Productividad total de los factores]

  • Por último, debemos examinar el tercer elemento: la interacción de factores que no pueden explicarse mediante aumentos del capital humano, físico o tecnológico. 

Diferencia en la financiación del capital riesgo

Permítanme también destacar que, además de la interacción entre el capital humano y la adopción de tecnología, también es probable que el capital humano influya en la innovación, lo que añade otra capa de heterogeneidad. De hecho, hay pruebas de que apoyar a las universidades y reducir las barreras a la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), especialmente para los grupos subrepresentados, tiene importantes efectos a largo plazo en la innovación y el crecimiento.

  • Si bien las disparidades educativas desempeñan indudablemente un papel importante en la configuración de la innovación, los economistas han identificado otros factores críticos que influyen en esta dinámica. En particular, la migración de trabajadores altamente calificados plantea desafíos sustanciales y también vemos marcadas diferencias entre los países europeos.
  • Además, la dependencia de la financiación bancaria o del mercado varía enormemente entre las empresas de los distintos países, lo que afecta a su capacidad de innovar y crecer. Además, las normas de insolvencia ineficientes pueden sofocar las iniciativas empresariales al crear un entorno en el que el fracaso es excesivamente punitivo, lo que desalienta la asunción de riesgos y la innovación. Abordar estas cuestiones multifacéticas es esencial para comprender las diferencias en materia de innovación entre los países.
  • En este sentido, la transferencia de conocimientos y la difusión de la innovación a toda la economía adquieren especial importancia, mecanismo en el que los mercados de capital riesgo han demostrado ser muy relevantes.
  • Y aquí, las diferencias en la inversión de capital riesgo también difieren entre los países europeos, como se puede ver en este gráfico.

Calidad de las instituciones

  • Un elemento adicional que a veces se pasa por alto es la calidad de las instituciones, y más específicamente, la eficiencia con la que operan las administraciones públicas, incluida la calidad de la legislación y los organismos encargados de su implementación.
  • Existe un amplio consenso en la literatura académica respecto de que el marco institucional, y más específicamente la calidad de las instituciones y el grado de confianza que infunden entre los agentes económicos, es crucial para determinar el crecimiento a largo plazo.
  • Esta hipótesis, que le valió a Acemoglu, Johnson y Robinson el Premio Nobel de Economía de este año, se ilustra con la correlación entre un índice de eficacia gubernamental, elaborado por el Banco Mundial, y el PIB per cápita. Además de la notable correlación del 74%, es interesante observar las importantes heterogeneidades en la eficacia gubernamental en los distintos países europeos.

Conclusión

  • Para concluir, permítanme destacar que comprender e implementar las mejores prácticas en Europa es crucial para fomentar el crecimiento a largo plazo.
  • En particular, comprender los marcos institucionales de los países europeos de alto desempeño puede proporcionar información valiosa para el resto.
  • La ventaja de adoptar las mejores prácticas de Europa es que nuestras instituciones son más comparables y relevantes para nuestro propio contexto que las de Estados Unidos o China.
  • Al alinear nuestras políticas e instituciones con las de nuestros vecinos exitosos, podemos crear un entorno económico más cohesivo y eficaz, impulsando el crecimiento sostenible y la prosperidad en todo el continente.
  • Y a modo de conclusión, permítanme dejarles las siguientes conclusiones:
    • Hay amplio margen para aprovechar las mejores prácticas en los países europeos a fin de mejorar el crecimiento de la tendencia agregada y la productividad.
    • Además de las iniciativas europeas tan necesarias, hay mucho trabajo por hacer a nivel nacional.

Acerca del autor


Publicado originalmente: https://www.bis.org/review/r241104h.pdf

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