Bancos de pruebas de resistencia para el riesgo de cambio climático: una comparación de prácticas

Bancos de pruebas de resistencia para el riesgo de cambio climático: una comparación de prácticas


Resumen ejecutivo

Las autoridades del sector financiero se han involucrado cada vez más en los riesgos del cambio climático y su impacto en el sector financiero. Las autoridades financieras, a nivel mundial y nacional, están tomando cada vez más medidas para exigir una mayor preparación por parte de la industria financiera contra el riesgo climático. La participación de las autoridades es necesaria en parte debido a la creciente materialidad de los riesgos climáticos para la industria financiera, pero también porque se espera que estos riesgos se materialicen en un horizonte de tiempo mucho más largo de lo que el sector privado está acostumbrado a considerar. La divulgación mejorada de la exposición al riesgo del cambio climático, resumida en el informe de 2017 del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD) de la Junta de Estabilidad Financiera (FSB), fue un primer paso en esta dirección. Desde entonces, se han realizado crecientes esfuerzos para cuantificar la exposición de los bancos y las compañías de seguros a los riesgos climáticos.

En este sentido, las autoridades han puesto en marcha pruebas de resistencia para los bancos y se planean más ejercicios para el futuro próximo. Teniendo en cuenta que los enfoques tradicionales de gestión de riesgos no son adecuados para medir los riesgos relacionados con el cambio climático, las autoridades y la industria han recurrido a las pruebas de resistencia para tratar de evaluar el alcance de la vulnerabilidad de las empresas al cambio climático. Estos ejercicios se han completado en los Países Bajos y Francia, y se están llevando a cabo muchos otros, por ejemplo, en la Unión Bancaria de Europa, el Reino Unido, Australia, Singapur y Canadá. Las pruebas de resistencia se consideran herramientas útiles debido a su naturaleza prospectiva y su flexibilidad. En particular, se pueden adaptar para capturar factores de riesgo adicionales, como los relacionados con los cambios climáticos.

La adaptación de las pruebas de resistencia tradicionales a los riesgos relacionados con el clima para los bancos plantea desafíos, como se analiza en el documento. Las pruebas de resistencia tradicionales se diseñaron para estudiar el impacto de los shocks externos en la solvencia de los bancos. La evaluación de los impactos relacionados con el clima requiere algunos cambios fundamentales. Por ejemplo, se espera que los riesgos se materialicen en horizontes de tiempo mucho más largos que los utilizados con respecto a los riesgos del sector bancario tradicional. Además, los datos que cubren los patrones climáticos futuros pueden no estar disponibles o no ser confiables, dados los cambios en los patrones climáticos que se están produciendo. Además, medir el impacto del riesgo climático requiere datos de exposición granulares, idealmente por sector y región, para diferenciar y evaluar los riesgos a lo largo de estas dimensiones. Sin embargo, es posible que estos datos no estén disponibles actualmente. Además, las técnicas de modelado deben adaptarse para respaldar un ejercicio que, como mínimo, debe estar compuesto por cuatro partes. Una parte se refiere a la modelización de las variables climáticas, la segunda es medir el impacto del clima en las variables macroeconómicas, la tercera es desglosar el impacto macroeconómico general en todos los sectores y la cuarta es cuantificar el impacto combinado en las empresas financieras.

A pesar de estos desafíos, tres ejercicios piloto revisados ​​en el documento ofrecen lecciones valiosas. El documento muestra cómo los desafíos técnicos de una prueba de resistencia al riesgo climático se han abordado en ejercicios piloto realizados por las autoridades holandesas y francesas en 2018 y 2021 respectivamente, y en el ejercicio actualmente en curso en el Reino Unido. Estas pruebas piloto son consideradas muy relevantes por las autoridades y la industria. Se consideran un punto de partida para gestionar los riesgos relacionados con el clima y son especialmente útiles para comenzar a identificar y evaluar una fuente de riesgo cada vez más importante. También pueden actuar como catalizadores para desarrollar más técnicas de modelado que serían más adecuadas para capturar el riesgo climático y para la recopilación de datos relevantes. Sin embargo, en esta etapa las pruebas de resistencia se consideran exploratorias y preliminares, y se reconoce claramente que queda mucho por mejorar. Las autoridades buscan principalmente adquirir conocimientos, ayudar a desarrollar la capacidad de las empresas financieras, recopilar información y evaluar las perspectivas estratégicas de los bancos.

Un tema abierto para todas las autoridades es la naturaleza de su seguimiento con la industria, aunque por ahora no se espera que las pruebas de estrés climático generen nuevos requisitos de capital. Las pruebas de estrés bancario se han asociado tradicionalmente con el establecimiento de un nivel mínimo de capital para cada banco y los requisitos para tomar medidas correctivas cuando no se cumple la tasa límite. Para los ejercicios relacionados con el riesgo climático, tal requisito se considera prematuro dada la naturaleza preliminar de los ejercicios y el alto nivel de incertidumbre asociado a sus resultados. Por esta razón, algunas autoridades prefieren describir sus ejercicios actuales como «análisis de escenarios» en lugar de «pruebas de resistencia». Independientemente del etiquetado, la opinión predominante en la comunidad oficial en este momento es que no se introducirán nuevos requisitos de capital sobre la base de los resultados de estas pruebas de resistencia.

El resultado de las pruebas de resistencia al cambio climático puede informar otras acciones de supervisión. La comunicación pública de las autoridades que participan en tales ejercicios indica que planean utilizar los ejercicios en revisiones de supervisión, y las expectativas de supervisión se han establecido en consecuencia. Como resultado, los ejercicios de pruebas de resistencia climática y las formas en que informan las decisiones de los bancos con respecto a sus modelos comerciales y su gestión diaria de riesgos pueden convertirse en la base de las discusiones de supervisión. De hecho, pueden facilitar una transición sin problemas para los bancos hacia una economía con bajas emisiones de carbono. En última instancia, estas pruebas de resistencia también contribuyen a la seguridad y solidez del sistema financiero en su conjunto.



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