Las autoridades de supervisión son organismos públicos que sirven al interés público sobre la base de sus respectivas funciones de supervisión. Para evitar posibles conflictos de intereses y apoyar la supervisión objetiva y la toma de decisiones, no solo se deben tener en cuenta el cumplimiento de los principales objetivos de la supervisión, sino también la gobernanza en torno a los procesos de supervisión y el funcionamiento de la autoridad supervisora a través de la cual se toman estas decisiones. Por lo tanto, se requiere una buena gobernanza para la forma en que se gestiona, evalúa y rinde cuentas a los supervisores.