China se está preparando para relanzar los créditos voluntarios de carbono, después de archivar el esquema hace seis años.
El esquema de Reducciones de Emisiones Certificadas de China (CCER, por sus siglas en inglés) permite la cuantificación y venta de reducciones de CO2 mediante proyectos que incluyen silvicultura, energía renovable y utilización de metano. Cada crédito corresponde a una tonelada de reducción de CO2.
Los créditos son una parte importante del mercado nacional de carbono de cumplimiento de China y de su fijación de precios, ya que, según las normas actuales, los CCER pueden cubrir hasta el 5% de las obligaciones de cumplimiento de un emisor. Como resultado, la demanda de créditos CCER podría alcanzar entre 350 y 400 millones de toneladas por año.
El esquema CCER se inició en 2012 y se registraron 1.047 proyectos entre 2013 y 2017, con más del 73% de uso de energía eólica, fotovoltaica y biogás rural. De estos, 287 proyectos fueron otorgados con créditos.
En marzo de 2017, se anunció que los nuevos proyectos ya no podían registrarse, debido al pequeño volumen de transacciones de crédito y la falta de estándares en las auditorías de carbono. Los créditos existentes todavía están disponibles para operar, aunque la mayor parte de la información en la plataforma de negociación CCER no se ha actualizado desde 2021.
Actualmente, el mercado de carbono de cumplimiento de China incluye solo la industria energética. Si se expande según lo planeado para incluir otras ocho industrias altamente emisoras (petroquímica, química, materiales de construcción, acero, metales no ferrosos, papel, energía eléctrica y aviación), entonces cubrirá entre 7.000 y 8.000 millones de toneladas de emisiones al año.
En una estimación conservadora, el mercado al contado de CCER alcanzará unos 20.000 millones de yuanes (2.800 millones de dólares) en 2025, según un informe de investigación de Minsheng Securities.
El gobierno se ha estado preparando para reiniciar la CCER desde hace algún tiempo. En febrero de este año, la Bolsa Verde de Pekín anunció que «se ha desarrollado» un sistema CCER «unificado». En marzo, el Ministerio de Medio Ambiente solicitó públicamente sugerencias metodológicas para proyectos voluntarios de reducción de emisiones.
Sin embargo, la reactivación de la RCCE sigue enfrentando obstáculos, como la necesidad de coordinación multidepartamental y normas técnicas. Dos problemas en particular deben resolverse antes del reinicio, dice Chen Guoqiang, socio principal de Capital Equity Legal Group.
Una de ellas es si los proyectos de generación renovable deben incluirse en el esquema. Para recibir créditos de carbono, los proyectos deben demostrar que sus reducciones de emisiones son «adicionales», es decir, si el esquema no existiera, tampoco existirían. La otra es cómo garantizar la exactitud de los datos divulgados.