Sabine Mauderer: Energía verde y financiación verde para una Europa sostenible



Energía verde y financiación verde para una Europa sostenible

Discurso en el 8° Foro de Finanzas Verdes, Euro-Finance Week

15.11.2022 | Fráncfort del Meno | Sabine Mauderer

Introducción

Damas y caballeros

Estamos viviendo la guerra en Europa. Y estamos viendo una inflación del 10,7% en la zona del euro. Esto plantea la pregunta: ¿Es este el momento para el verde?

¿Tenemos los medios para la transformación, para una Europa verde?

Mi respuesta a esta pregunta es clara: sí, ¡ya es hora de una Europa sostenible!

¿Por qué? Hay dos razones principales:

Primero: el cambio climático se está acelerando a un ritmo sin precedentes. El verano pasado, con sus olas de calor récord, fue un buen ejemplo. Los fenómenos meteorológicos extremos están causando daños que ascienden a miles de millones.

Según Eurostat (Oficina Europea de Estadística), durante la última década, las pérdidas económicas relacionadas con el clima en la UE (Unión Europea) ascendieron a 145 mil millones de euros.

La segunda razón para una Europa sostenible es el cambio geopolítico. Esto ha disparado los precios de la energía, uno de los principales impulsores del aumento de la inflación mundial. La inflación de los precios de la energía llegó al 41,9 por ciento en octubre. Por lo tanto, Europa está pagando el precio de su dependencia de los combustibles fósiles.

Acelerar la transición energética de Europa

Ahora se necesitan soluciones pragmáticas para superar los próximos dos inviernos. A corto plazo, a medida que los gobiernos se apresuran a asegurar el suministro de energía, las energías renovables por sí solas no pueden llenar la brecha energética. Por lo tanto, tenemos que hacer un retorno temporal al gas e incluso al carbón.

Sin embargo, duplicar los combustibles fósiles de nuevos proveedores no logrará ni los objetivos climáticos ni la seguridad energética. A largo plazo, la única manera de abordar la crisis climática y salvaguardar la seguridad energética de Europa es acelerando la transición energética.

No hay forma de evitarlo: ¡el futuro de Europa solo puede ser verde! La pregunta es: ¿Cómo llegamos allí?

Simplemente, siguiendo un enfoque doble.

En primer lugar, reducir la demanda de combustibles fósiles. La UE (Unión Europea) se ha comprometido a reducir su demanda de gas natural en un 15 por ciento este invierno. Alemania necesita ahorrar aún más gas natural, al menos un 20 por ciento. Para el invierno 2023-24, algunos expertos elevan esa cifra al 30 por ciento.

El segundo enfoque para ecologizar la economía es aumentar el suministro de energía renovable. Veo cuatro factores clave para impulsar la transición energética de Europa.

En primer lugar, marcos políticos favorables a la innovación y a la inversión. Los gobiernos están en el asiento del conductor para establecer incentivos para la adopción de energías renovables y desalentar el uso de combustibles fósiles.

También es crucial eliminar los obstáculos administrativos para permitir una transición más rápida. La fijación adecuada de precios del carbono puede ser un instrumento sólido. Llegar a un acuerdo sobre esto a nivel del G7 (Grupo de los Siete) sería un buen punto de partida. Alcanzar un acuerdo a nivel del G20 (Gruppe der Zwanzig) sería un paso importante, aunque este es un largo camino por recorrer.

Un segundo factor para acelerar la transición son las tecnologías climáticamente neutras. Las empresas y las instituciones de investigación son pioneras en el desarrollo de tecnologías neutras en carbono que ayudan a reducir la demanda de energía y mejorar la escala y la eficiencia del suministro de energía renovable. Innovaciones como las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono también son clave.

Un tercer factor es el capital suficiente de los bancos y los mercados de capitales para financiar y ampliar las innovaciones. En general, los inversores en Europa y en todo el mundo parecen ser bastante cautelosos. Por ejemplo, la financiación de riesgo europea cayó un 44 por ciento en el año en el tercer trimestre.

Asegurar una amplia gama de instrumentos de financiación es vital en el contexto de las importantes necesidades de inversión. La Comisión Europea estima que se necesitará una inversión adicional de alrededor de 520 mil millones de euros por año hasta 2030 para ecologizar las economías de Europa. La mayor parte de esto se destinaría a los sistemas energéticos y la mitigación del cambio climático.

Cuarto, asociaciones sólidas dentro y fuera de Europa. Más de la mitad de las necesidades energéticas de la UE (Unión Europea) provienen de importaciones, principalmente petróleo y gas natural. El año pasado, el 22 por ciento del consumo final de energía de la UE (Unión Europea) se generó a partir de energías renovables. Esta proporción debe aumentar para descarbonizar las industrias intensivas en carbono y energía, esto está en el corazón de la transición verde.

El hidrógeno desempeñará un papel vital en la transición de la energía verde. Sin embargo, el hidrógeno tiene que ser producido, utilizando combustibles fósiles o energías renovables. Esto significa que el hidrógeno es tan verde como las energías utilizadas para producirlo. En general, Europa no podrá producir suficiente hidrógeno verde. El Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática de Alemania estima que el país solo podrá satisfacer una sexta parte de sus necesidades de hidrógeno para 2030.

En este contexto, será vital fomentar asociaciones estrechas. Por ejemplo, África es abundante en fuentes de energía renovables como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, condiciones ideales para producir hidrógeno verde. Esta nueva asociación podría ser una situación beneficiosa para ambos continentes. Es un buen punto de partida para que Alemania se diversifique. Para aprovechar este potencial, es esencial aumentar las inversiones en energías renovables, tanto en Europa como en otros lugares.

Papel clave del sector financiero en la financiación de la transición

Las energías renovables han ganado más impulso en medio de la crisis energética. En su reciente World Energy Outlook, la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que la crisis energética tiene el potencial de acelerar la transición energética global. La AIE (Agencia Internacional de Energía) espera que la inversión global en energías limpias aumente a alrededor de 2 billones de dólares estadounidenses por año para fines de la década, lo que representa un aumento del 50 por ciento en comparación con la actualidad.

Sin embargo, para limitar el calentamiento global a 1,5 grados para 2050, se necesitaría el doble de esa cantidad. Para satisfacer estas necesidades masivas de inversión global, será particularmente importante movilizar capital privado.

En general, será esencial contar con una combinación de financiación adecuada. Los bancos por sí solos no pueden proporcionar el capital necesario, en parte debido a los altos requisitos de capital.

Acabo de hablar sobre nuevos socios comerciales. En este sentido, es importante señalar que las economías en desarrollo y los mercados emergentes están luchando para movilizar el financiamiento privado para el clima. Según el FMI (Fondo Monetario Internacional), los inversores a menudo consideran que las inversiones en proyectos climáticos en estos países son demasiado arriesgadas.

El sector público y el privado tienen que trabajar mano a mano para superar estos desafíos y ampliar las finanzas verdes. El FMI (Fondo Monetario Internacional) trazó recientemente varias formas para que el sector público asuma parte del riesgo de inversión a través de financiamiento combinado.

Una vía para el sector público podría ser tomar una posición de equidad en los proyectos climáticos. Esto haría que estos proyectos fueran más atractivos para los inversores privados.

Los bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Europeo de Inversiones, desempeñarán un papel importante en la combinación de financiación pública y privada para financiar proyectos de energía verde. En pocas palabras: el establecimiento de asociaciones mutuamente beneficiosas entre Europa y las economías en desarrollo y los mercados emergentes es un factor importante para la transición verde.

La semana pasada, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27 (Conferencia de las Partes), el Fondo Europeo de Inversiones, el mayor proveedor europeo de financiación de riesgo, comprometió casi 250 millones de euros con cinco fondos de capital para respaldar hasta 2.500 millones de euros de acción climática en Europa. Se trata de una contribución importante a los esfuerzos de la UE (Unión Europea) por alcanzar el cero emisiones netas.

En resumen, es vital lograr que los bancos y los mercados de capitales se sumen minimizando el riesgo de inversión.

El papel de los bancos centrales

Una última observación sobre el papel de los bancos centrales. Después de todo, ¿por qué yo, un banquero central, les digo todo esto?

Porque los riesgos climáticos se traducen directamente en riesgos financieros que pueden pesar sobre la inflación y la estabilidad financiera. Del mismo modo, las políticas climáticas pueden aumentar las presiones inflacionarias. Actualmente, los bancos centrales de todo el mundo se están moviendo para controlar las asombrosas tasas de inflación.

Dado que la elevada incertidumbre sobre la evolución de los precios puede perjudicar el buen funcionamiento de los mercados financieros, controlar la inflación y mantener las expectativas de inflación bajo control también es crucial para lograr la transición ecológica.

Porque los precios estables y los mercados financieros sólidos son una condición importante para la transición verde. En una frase: la tarea de los bancos centrales es sentar las bases de un sistema financiero sostenible.

Conclusión

En medio de temperaturas récord y precios de la energía altísimos, ¡una Europa verde es más necesaria que nunca! ¡Europa necesita financiación verde para impulsar la energía verde!

Cómo movilizar suficiente financiación verde es la cuestión clave. Tenemos que encontrar la respuesta muy pronto.



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