El euro digital es más que una iniciativa del Eurosistema, es un proyecto europeo común. Nos permitiría garantizar que el dinero y los pagos sigan siendo confiables, seguros y eficientes en un entorno digital que cambia rápidamente. Y al hacerlo, el euro digital serviría esencialmente a objetivos de política pública más amplios, como el fortalecimiento de la autonomía estratégica y la eficiencia económica de Europa.
Para hacer realidad esta visión, todos debemos desempeñar nuestro papel, esforzándonos por lograr la mejor alineación posible entre los responsables políticos, teniendo en cuenta nuestras respectivas funciones y mandatos, y buscando siempre un amplio apoyo de los ciudadanos europeos. La adopción oportuna de un marco jurídico para el euro digital daría a todas las partes interesadas la seguridad jurídica necesaria para prepararse para su posible introducción y enviaría una fuerte señal de apoyo político.