NextGenerationEU (NGEU)[2] realmente puede marcar la diferencia para las economías europeas. Personal del BCE estimar que, si se aplica plenamente, el NGEU puede aumentar el nivel del producto interior bruto (PIB) real en la zona del euro –en la que se centra este blog– hasta en un 1,5% para 2026.[3] Esto marca una gran diferencia, ya que elevará las perspectivas de crecimiento más adelante.
El impulso potencial viene a través de dos canales principales:
• Dinero para la inversión: los gobiernos de la zona del euro planean obtener más de 417 2021 millones EUR en subvenciones y préstamos de la UE del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (FRR), la piedra angular del NGEU, en el período 2026.[4] Alrededor del 80% de estos recursos están destinados a financiar proyectos de inversión.
• Incentivos para mejorar las estructuras económicas: el FRR vincula sus desembolsos a hitos cualitativos y metas cuantitativas, de los cuales 1.620 están relacionados con reformas estructurales en los países de la zona del euro.
Ya hoy, la aplicación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia (PVR) está produciendo beneficios materiales para los ciudadanos europeos. Estos incluyen ahorros en el consumo de energía, capacidad adicional para energía renovable, promoción de productos y servicios digitales, modernización de la administración pública, así como la creación de nuevas infraestructuras para el transporte, la atención médica y la educación.