Los aumentos de las tasas de interés por parte de los bancos centrales mundiales para contener el mayor brote de inflación en cuatro décadas generaron tensiones para los bancos de Estados Unidos y Europa este año. Los aumentos de tasas son generalmente positivos para los prestamistas si pueden cobrar más por los préstamos de lo que pagan a los depositantes, pero esta vez fue diferente. Algunos bancos perdieron dinero en tenencias de bonos, incluso de bonos del Tesoro estadounidenses seguros. Esto sacudió a algunos clientes, que rápidamente hicieron retiros, amplificados por la tecnología y las redes sociales. Varios bancos quebraron.
Nuestro Programa de Evaluación del Sector Financiero es un pilar crucial de nuestra supervisión que sigue de cerca los riesgos para la estabilidad financiera de cada país y evalúa su capacidad de resistencia. Los PESF también evalúan si la supervisión, la regulación, las herramientas de gestión de crisis y las redes de seguridad del sector financiero (como el apoyo de liquidez de emergencia y el seguro de depósitos) siguen las mejores prácticas internacionales. Los PESF siempre ponen a prueba los riesgos potenciales para los bancos y, más recientemente, han mejorado la evaluación de riesgos de los intermediarios financieros no bancarios, como los administradores de pensiones, las aseguradoras y los administradores de activos.
Nuestro trabajo se lleva a cabo en medio de continuos aumentos de las tasas de interés de los bancos centrales y la posibilidad de que los costos de endeudamiento sigan siendo más altos durante más tiempo de lo que esperan los inversionistas, las empresas y los hogares. Esto podría aumentar los riesgos para la estabilidad financiera y afectar el crecimiento, como señalamos en julio.